Reseña: Dance, Girl, Dance (Dorothy Arzner, 1940)

Actualmente, el feminismo está en boca de todos. El mundo audiovisual, de hecho, no es una excepción de dicha afirmación, y es que la reivindicación de la mujer se ha convertido en el tema central de muchos de los proyectos más innovadores. Sin embargo, ¿esta tendencia es tan reciente y rompedora como parece?

Feminismo y feminidad en Dance, Girl, Dance

Dance, Girl, Dance, célebre film dirigido por Dorothy Arzner en 1940, nos demuestra que no es así. Aunque se inscribe en los géneros y en los tópicos del Hollywood más clásico, el largometraje de la directora presenta muchas innovaciones que no debemos pasar por alto. La construcción de los personajes es un claro ejemplo de este hecho: ruptura con los arquetipos femeninos inalterables hasta la fecha, protagonistas independientes -con una ambición más allà del matrimonio-, diversidad y complejidad femenina… Todos estos son algunos de los aspectos que nos ofrece Arzner en uno de sus proyectos más reveladores e importantes.

De hecho, la idea reflejada en la cita inicial del artículos es imprescindible para poder entender todas las características que han sido anteriormente señaladas. Dicha frase forma parte del inolvidable discurso que pronuncia la protagonista de la película, Judy O’Brien, en el clímax de la historia, y nos muestra el carácter más desafiante y crítico de la mujer. Ella y Bubble, coprotagonista del film, representan dos feminidades muy diferentes que forman parte del mismo abanico de posibilidades. Las dos mujeres se adaptan a la mirada masculina y la manipulan, lo cual puede ser apreciado en muchas de las secuencias del largometraje, como la siguiente:

Por todos estos motivos y muchos otros, Dorothy Arzner y su película Dance, Girl, Dance son claros ejemplos de la trayectoria del feminismo dentro del mundo del audiovisual y de la historia del cine clásico.

Para aprender y profundizar más sobre el tema, se sugiere consultar la ficha del film en IMDB, o bien el artículo sobre la película escrito por Kimberly Pierce, en que se ejemplifican perfectamente los aspectos previamente desarrollados.